“La necesidad de la mirada”
22 de Julio de 2020
Traducción adaptada: LM
En este artículo, Eventing Nation publica un extracto del libro “ Horses came First, Second and Last” del legendario entrenador Jack Le Goff sobre la importancia de usar correctamente la mirada en el cross.
Bien sea en la pista de doma, en la de saltos de exhibición o en el cross, la mirada es la primera y más importante herramienta del jinete. Durante toda mi vida, he escuchado a los entrenadores gritar: Mirada al frente. Eso, por supuesto, es cierto, sin embargo ¿saben los alumnos ...
... por qué se les pide esto?. Detrás hay más que palabras. Los ojos nos anticipan el recorrido que hay que seguir para saltar y nos asegura que es el que caminamos con anterioridad. En la Doma clásica, la mirada va solo unos pasos adelante porque la velocidad es baja y conocemos la geometría de las figuras. Si giramos la cabeza demasiado hacia un lado, es muy probable que saquemos al caballo del camino que se supone debe seguir. Consideremos también que la cabeza pesa entre 10 y 15 kg; de ahí que si la movemos hacia un lado u otro, alteraremos el equilibrio, la dirección y la rectitud. Por ello digo que si tiene la mala costumbre de inclinar la cabeza: ¡deshágase de ella!. De ese hábito, quiero decir.
He mantenido durante años que los caballos siguen el camino de tu mirada. Nada más cierto. Tus ojos dictan al resto del cuerpo la posición deseada que necesitamos para girar. En consecuencia, influye significativamente en el peso y en el equilibrio.
He puesto repetidamente el ejemplo de lo que qué pasa cuando el conductor aparta la vista de la carretera en un coche que va rápido.
Otro factor relacionado con la mirada y es el equilibrio. Sabemos que nuestro centro de gravedad está entre los pies. Galopando, obviamente avanzamos en un plano debajo nuestro a 90º. En consecuencias, manteniendo la mirada a 90º con respecto al suelo es lo mejor lugar para saber si tu caballo acelera, disminuye la velocidad o cambia su equilibrio o dirección. Experimentemos: mira hacia abajo, vea dónde está el centro de gravedad, luego levante mire al frente y hacia adelante para que su línea de visión sea paralela al suelo. Esa línea siempre te colocará en un ángulo de 90º. Es como montar en bicicleta o conducir un coche, sentirás y verás si el caballo se mantiene en línea recta y si aumenta o disminuye su velocidad.
Observar caballos te enseña muchas cosas. Cuando un caballo salta, concéntrate en sus ojos y sabrás en qué momento preciso ve el salto. Luego lo verás reaccionar a ese salto: correrá hacia él, reducirá la velocidad o lo evitará. Cuanto antes el caballo vea el obstáculo, antes reaccionará a él y más tiempo tendrá el jinete para ordenar su reacción y hacer las correcciones necesarias. Así que ponga sus ojos en el obstáculo siguiente cuanto antes…... La gente me ha escuchado gritar: ¡Mira al salto!. La mejor manera de hacerlo es ponerlo derecho con el cuello entre las riendas.
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