con Andrew Hoy
Catherine Austen
18 de Julio de 2021
LM
Aunque para Andrew Hoy, leyenda australiana del completo, puedan suponer sus octavos juegos olímpicos, la emoción de participar en el mayor espectáculo deportivo del mundo nunca decae.
"se me pone la piel de gallina solo en pensarlo", comenta.
Andrew, 62, ha participado en más Olimpiadas que cualquier otro atleta australiano. Su primera fue Los Ángeles 1984 y, desde entonces, ha estado en todas a excepción de Pekín 2008. Tiene tres medallas de oro por equipos, Barcelona 92, Atlanta 96 y Sydney 2000; y también una plata individual de Sydney.
"Hablaba el otro día con Ian Chesterman, jefe de misión del equipo olímpico australiano para Tokio", dice Andrew. "Me decía que estos son los primeros juegos para ...
... el 62% del equipo olímpico y que el 60% de ellos solo participará en unos Juegos Olímpicos. También, que la edad media del equipo australiano es de 27 años. Solía estar orgulloso de ser el miembro más joven del equipo, ahora soy el completero más antiguo, aunque en realidad no soy el mayor del equipo australiano, es nuestra amazona de doma Mary Hanna con 65 años".
¿Por qué el tirón de los Juegos Olímpicos sigue siendo tan fuerte?
"Todo empezó una edad muy temprana cuando comencé a montar y trabajar en casa con mi pony, explica Andrew". "Mis padres siempre han sido un gran apoyo para mí, la atención a los detalles que tengo viene de ambos, pero más de mi padre. Él venía de la ingeniería y más tarde
se convirtió en un granjero, por ello consideraría a la agricultura de manera muy diferente a la mayoría. Aprendí observando lo que estaba haciendo, cómo procesaba las cosas y los cambios que hizo."
"Con los caballos, no puedes cuantificar las horas que pasas trabajando porque no hay límite en lo que atender a los detalles se refiere. Mis padres me enseñaron que, si quieres ser bueno, asegúrate de colocar a los buenos a tu alrededor. No es solo lo que yo hago, es lo que hacen el equipo de apoyo, mis propietarios, mi familia, mi personal y mis proveedores. Todos debemos compartir la misma pasión. La palabra que siempre me viene cuando me preguntan por qué me encanta trabajar con caballos todavía y cómo resumo esa relación es armonía".
No hay un escenario deportivo más grande que el de los Juegos Olímpicos. Eso me quedó muy claro con el éxito del equipo australiano en Barcelona 92. Alguno diría a alguien con quien estaba "Pídele que le muestre su medalla de oro". La gente siempre quiere tocar y coger una medalla. Luego dicen: '¿Qué deporte haces?' Esa es la importancia de los Juegos Olímpicos.
"Vemos todos los deportes, cualquier deporte, sabiendo que estamos viendo allí a los más grandes del mundo en su deporte en ese momento".
Es esa unión del deporte ecuestre con otros deportes lo que hace que los juegos sean tan especiales. Desde el corredor hasta el regatista, del gimnasta al jinete, desfilan hombro con hombro en las ceremonias de apertura y clausura y comparten la mesa de la cena en la villa olímpica. Sin embargo, es bastante común que los jinetes no participen en estas ceremonias, o se queden en la villa. Sus pruebas están a menudo lejos del Parque Olímpico principal. Si tiene que coger un autobús a las 4 de la mañana para hacer su prueba de doma de la mañana, no es una buena idea participar en una ceremonia de apertura.
"A veces he elegido no desfilar en la ceremonia de apertura porque mi prueba comenzaba al día siguiente", dice Andrew. "En Los Ángeles, mis primeros Juegos Olímpicos, fui a la ceremonia de apertura. Eran siete horas, aunque con la consiguiente gran emoción. Me quedé con la boca abierta viendo a aquellos increíblemente famosos atletas.
"Si no eres una de las primeras naciones que desfilan, no ves mucho de la ceremonia". ¡Y soy tan bajito que no puedo ver a los otros atletas!. ¡No puedo pedirles a los jugadores de baloncesto que me pongan sobre sus hombros!
"A veces, me siento en las gradas del estadio y veo el desfile, he visto mucho más de esa manera."
Andrew llevó la bandera australiana en Atlanta 96. "Ese fue un momento extraordinario, el Comité Olímpico australiano me honró lo suficiente como para pedírmelo", dice. "He sido un gran favorito para también llevar la bandera en Tokio, pero han elegido a otros dos atletas, un hombre y una mujer, y estoy emocionado con que tengan esa oportunidad".
Se ríe mientras cuenta una historia sobre la ceremonia de clausura de los Juegos de Londres 2012: "Todos estábamos alineados esperando recibir nuestros pases para la ceremonia, que entregaba una joven miembro administrativa. Le entregó a uno al regatista que estaba a mi
lado y pasó directamente al siguiente. Le pregunté por el mío, y me dijo: ¡Los atletas primero, los Oficiales más tarde¡ Yo le contesté: ¿Qué parte de mí no me hace parecer que soy un atleta?"
Sin embargo, Andrew siempre elige quedarse en la villa olímpica.
"Los Juegos Olímpicos es lo que más me ocupan en la oficina durante cuatro años", dice."Me permite enfocarme por completo en lo que necesito hacer".
Andrew montará a 'Vassily de Lassos', de Paula y David Evans, angloárabe de 12 años hijo de Jaguar Mail, comprado al jinete francés Tom Carlile en 2017. Es un serio candidato a medalla, un sobresaliente saltador cuyas domas están continuamente mejorando.
¿Podría conseguir otro podio para el más experimentado de los olímpicos?
"Creo que es una opción muy fuerte", Andrew contesta.
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