El juez FEI de CCE, Christian Landolt, explica el papel de los miembros del jurado en los completos internacionales y las presiones que ello supone: "No solo juzgamos la doma"
A menudo, me preguntan por qué me hice juez FEI de CCE. La respuesta es que pasó un poco por accidente.
Volvía de competir en Luhmühlen un año y me sentía decepcionado con mis resultados, particularmente con mi doma. Mi entonces entrenador, Stephen Clarke, me sugirió implicarme en el otro lado del deporte, convertirme en juez y hacer el bien como Oficial FEI.
Sin pensarlo más, ...
... me embarqué en el proceso. Unos años más tarde, con toda mi formación y exámenes completados, era un juez completo FEI. Al asumir ese rol y actuar, descubrí un mundo totalmente nuevo lleno de reglas y responsabilidades que desconocía, además de desafíos y decisiones de gran peso para jinetes y el deporte.
Fue aterrador, pero emocionante, ser parte y poder devolver algo al completo. Me di cuenta entonces de que había mucho más en este deporte que pensé que conocía bien como jinete.
Ahora disfruto con los desafíos, y cada vez que llego a un completo me pregunto qué me espera, qué situación inesperada se me presentará. Lo inesperado me permite seguir aprendiendo y desarrollándome.
Un trabajo de una semana
A menudo sonrío cuando, el domingo de la competición, los jinetes se sorprenden de verme todavía allí. Como Oficiales FEI, estamos presentes durante toda la duración del evento con una multitud de tareas, no solo juzgamos la doma.
En general, nuestra participación en un evento comienza algunas semanas antes con el intercambio de emails y el establecimiento de una buena comunicación entre los distintos Oficiales y CO.
Nuestra semana, en un formato largo, comienza recorriendo el cross con el diseñador y el delegado técnico, y aprobándolo. Necesitamos asegurarnos de que sea justo, seguro y que cumpla con los estándares requeridos. A veces se requieren modificaciones.
Luego asistimos a reuniones sobre logística y seguridad antes de la reunión de jinetes, donde se comparte toda la información relevante.
Sigue la inspección de caballos, donde trabajamos en estrecha colaboración con el equipo veterinario. Es emocionante ver por primera vez los caballos que juzgaremos. A continuación, vienen las largas jornadas de juzgamiento de doma, durante las cuales también continuamos familiarizándonos con la organización y el cross.
El sábado es el cross. Hay que resolver cualquier consulta sobre banderas, cruces, monta peligrosa, maltrato y cualquier imprevisto. Normalmente, nos sentamos en el centro de control del cross y nos ocupamos de la información que se recibe. Necesitamos tomar decisiones rápidas y, por ello, estamos bajo una presión constante. A veces, lidiando también con tecnología defectuosa.
Necesitamos aplicar las reglas, pero también ser justos con todos los implicados. Algunas de nuestras decisiones pueden determinar una medalla de oro o no. ¡El peso de las responsabilidades nunca se pierde! La justicia y la equidad deben prevalecer y todos hacemos nuestro mejor esfuerzo para tener éxito, pero somos humanos. Por lo general, los problemas se resuelven satisfactoriamente, aunque es bien sabido que solo a los ganadores les gustan los jueces.
Un ejemplo de inmediatez es el caso de monta peligrosa. La velocidad es vital para prevenir un accidente, sin embargo, es primordial tener suficiente información precisa para tomar una decisión. Una vez que se toma la decisión, debemos detener al competidor en el obstáculo previsto, que es lo más difícil de lograr de manera eficiente, independientemente del nivel de la competición. El procedimiento es simple, pero con demasiada frecuencia se ve comprometido por las solicitudes de confirmación por parte del centro de control o el juez de obstáculos y la mala red de radio. Esto significa que es posible que el jinete ya haya saltado el obstáculo donde queríamos pararlo, por lo que el proceso comienza de nuevo en otro salto, lo que aumenta la presión del momento.
Finalmente, el domingo tenemos la segunda inspección de caballos, la inspección del recorrido de saltos y aprobarlo. Terminamos juzgando la prueba de saltos, con la esperanza de que no haya ninguna reclamación que resolver.
Son fines de semana “completos” pero hacemos nuestro trabajo con pasión e integridad. Recomendaría a cualquiera que considere convertirse en Oficial FEI ya que, a pesar de la falta de remuneración, hay mucho que ganar y aprender, además de hacer amigos para toda la vida.
... Continua
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