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| Fotografía: Alden Corrigan |
7 de Octubre de 2021
Darby Bonomi
Traducción adaptada
ME
¿Montas con miedo?. Si es así, no eres el único. El miedo es uno de los tópicos más frecuentes. Aunque podamos montar con miedo, y la mayoría podemos, este afecta a nuestra efectividad y flexibilidad. En este artículo, me gustaría poner al miedo en perspectiva y ofrecer algunas herramientas para gestionar el miedo montando. Veremos si consigo al menos reducir el factor miedo en tu monta o incluso eliminarlo.
Lo primero e importante es conocer tus miedos. Según mi experiencia, la mayoría huye de sus miedos. Hacen todo lo que pueden para ...
... no sentirlo o saberlo. Si lo piensan, lo tienen y se acrecienta. Habitualmente, lo contrario también es cierto, tendemos a familiarizarnos con el miedo para redirigirlo.
1º Consejo. Respira profundamente y admite que tienes miedo. Está bien. Muchos de los jinetes y amazonas tienen miedo, si no la mayoría.
Una vez aceptado que lo tienes, empieza por examinarlo. Pregúntate, ¿de qué tienes miedo? ¿de caerte? ¿de lesionarte? ¿de que te vean? ¿de que te juzguen? ¿de defraudarte a ti mismo o a alguien?. Muchos mezclan los miedos, separa tus diferentes sentimientos. Quizás necesites hablarlo con tu profesor o un amigo.
2º Consejo. Define tu miedo ¿es físico?. Me voy a hacer daño. ¿Es mental?. Me voy a equivocar. ¿O son mezcla?.
Vamos con el miedo físico, el de caerte o hacerte daño. Resulta difícil, si no imposible, montar si estás obsesionado con ese riesgo. Como sabes, tu caballo siente esa tensión y le transmites ese miedo. Además, el miedo nos paraliza y nos impide reaccionar adecuadamente en la montura. Nada de eso sirve para una buena monta.
Mi consejo para los jinetes y amazonas con ese miedo físico es que primero se preparen para reducirlo y hagan su situación lo más segura posible. Por ejemplo, si tu caballo está alegre o fuerte, dale cuerda y trabájalo antes. Pregúntate si necesitas más clases, un mejor cuidado del caballo o un entrenamiento mayor. No dejes que tu ego te impida elegir soluciones más seguras. Según mi experiencia, las cabezonerías no terminan bien. Los caballos son más cabezotas que nosotros. Reduce los riesgos tanto como puedas para que crezca tu confianza.
3º Consejo. Prepárate y reduce los riesgos todo lo que puedas.
¿Y si tu miedo es mental?. Miedo a cometer un error, a no ser suficientemente bueno, a defraudar a tu profesor o a ser juzgado negativamente. Son miedos importantes que pueden paralizarte tanto como los físicos.
Normalmente, me enfrento primero a los miedos mentales aumentando la perspectiva. Me pregunto para quien estoy montando. Y si no es para mi mismo, me pregunto porqué.
Le hablo a mis alumnos sobre el concepto de ser dueños de su propia monta. Creo que se monta para y en contra de uno mismo. Uno puede estar en una competición, pero al final el objetivo es montar lo mejor posible al caballo que llevas debajo. Ser dueños de la monta significa saber que estás en camino de ser un jinete y trabajar día a día para ser mejor. Si eres consciente de ello, las opiniones de otros, reales o no, se disiparán. Nadie, ni los jueces, saben que estás desarrollándote como atleta.
4º Consejo. Aduéñate de tu monta. Monta para y contra ti mismo.
Pregúntate cuanto de tu miedo es combustible para tu perfeccionamiento. Una parte significante de todos los miedos se invierte en seguir y mejorar, consciente o inconscientemente.
Hablemos de que la perfección nos paraliza. Es una norma rígida que tenemos en nuestras cabezas y que resulta inalcanzable. Lo veo en una actuación de un jinete perfeccionista cuando para su monta porque nota que algo no va según él piensa.
Invito a desafiar ese espíritu perfeccionista. A aceptar que la monta no será perfecta y que cometerás errores, caballo incluido. Una vez aceptado, te liberarás para vivir y montar el momento.
5º Consejo. Déjate de perfeccionismos y libérate para montar.
El miedo es complicado y tiene muchas versiones, como habrás leído. Aquí, solo he ido a la superficie del tema. Confío en haber alimentado tus pensamientos con estos consejos para empezar a deshacerte de tus miedos. Creo que la parte más triste del miedo es que no solo interfiere en tu actuación sino también en que disfrutes de tu monta. Animo, puedes cambiar tu relación con este deporte y volver a disfrutar de tu caballo.
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