Yo hago Interval,
y tú?
y tú?
Por Anne Elise Thiolat (*)
A la pregunta, “¿Es necesario entrenar su caballo para la competición?”, el consenso es general, Sí. La preparación física es esencial para poder enfrentarse a las exigencias de la competición. Pero la verdadera pregunta que nos tenemos que hacer es, ¿Cómo entrenamos?
La semana pasada en un foro francés de CCE, una persona explicaba que durante un concurso se dio cuenta de que el esfuerzo afectaba a su caballo y que al terminar la competición se le notaba bastante cansado. El caballo tardó varios días en recuperar. Su pregunta se centraba sobre las técnicas para mejorar/ayudar la recuperación. Le contesté que ...
... la recuperación era ciertamente importante, sin embargo tenía que focalizar su atención sobre la preparación física de su caballo para que no sufra tanto el desgaste energético que supone una competición.
La comunidad Facebook asaltó su comentario. Cada uno explicaba con mucho interés su técnica de entrenamiento…. “Tienes que hacer trotting”, “lo mejor es subir cuestas al paso”, ”un galope tranquilo cada dos semanas”, … En total unas 30 personas le contestaron, no había ni dos personas de acuerdo sobre los métodos de entrenamiento! Excepto con respecto al interval, ¡EL INTERVAL! El ejercicio por excelencia para la preparación de nuestros queridos equinos. Todos los utilizan y lo recomiendan pero nadie sabe cómo y cuándo utilizarlo.
Si de manera general todos aceptan la idea de que el caballo de CCE necesita una preparación específica para la prueba de cross, no concuerdan en la determinación de la carga de trabajo ni los métodos de seguimiento y control. Las intensidades de ejercicio son arbitrarias y no tienen en cuenta ni distancia, ni velocidad, tampoco el tiempo de la competición. Pocos jinetes utilizan herramientas, instrumentos para el control de la intensidad del esfuerzo y de la respuesta fisiológica del caballo.
Entrenar, sí, ¡pero con cabeza y lógica! ¿Creéis de verdad que un corredor de sprint tiene el mismo entrenamiento que uno de maratón? De forma general los ejercicios realizados por los jinetes carecen de control ofreciendo una observación de la evolución global del caballo y tampoco se establecen sobre criterios específicos del sujeto a entrenar. Los jinetes se basan más sobre su experiencia y sensaciones que sobre parámetros científicos demostrados y herramientas de seguimiento y control como pulsómetros o GPS para seguir velocidad y distancia.
No podemos generalizar el entrenamiento de nuestros caballos, es esencial “personalizar” el entrenamiento. El programa se diseña teniendo en cuenta la edad, el físico, el estado de forma, el historial y el objetivo competitivo del atleta. ¿Qué distancia tiene que correr mi caballo? ¿A qué velocidad? ¿Topología del terreno de competición? ¿Su estado de forma esta adecuado para la prueba que quiero correr? Son unas de las preguntas claves que cada jinete se tiene que hacer a cerca de la preparación física de su caballo.
El entrenamiento pone en relación 3 componentes: la velocidad, la frecuencia cardiaca y la duración del ejercicio y/o distancia. Parámetros que tendrán que evolucionar en función del estado del caballo y del nivel de la prueba. Si entrenamos siempre de la misma forma, con los mismos ejercicios y sin datos para analizar el rendimiento de nuestro caballo, no podemos medir el impacto, positivo o negativo, del entrenamiento. Entrenar su caballo es aplicar una secuencia de ejercicios que induce un estrés físico al organismo provocando la activación de los sistemas biológicos: el cuerpo se adapta para responder a las exigencias de la actividad física. O sea que para conseguir un entrenamiento eficaz debemos someter el organismo a un sobre-esfuerzo; un sobre-esfuerzo coherente y controlado. Andar todos los días en cuesta, no supone un estrés para el organismo, el cuerpo se acostumbra a un nivel de actividad, pasado un periodo es esencial aumentar la intensidad de unos de los parámetros.
Velocidad, tiempo, distancia se aprecian fácilmente con un reloj GPS, y la frecuencia cardiaca con un pulsómetro.
¿Mi caballo está actualmente en forma? El entrenamiento del caballo responde a las mismas exigencias que el entrenamiento de deportistas: mejorar las cualidades físicas y técnicas para alcanzar un nivel óptimo de rendimiento. La mejora de dichas cualidades pasa necesariamente por el control de variables físicas y técnicas. La prueba de esfuerzo representa entonces un medio fiable para determinar objetivamente la condición física de un caballo en un momento dado. En efecto, al igual que con los deportistas humanos, dicha prueba nos ofrece la posibilidad de “poner el caballo en una situación de esfuerzo con condiciones de competición con el fin de realizar mediciones cualitativas y cuantitativas para poder definir su estado de forma atlética en un momento dado ”.
La prueba de esfuerzo nos permite determinar las cargas de trabajo y los métodos de entrenamiento óptimos para el caballo.
En conclusión, salid de vuestra rutina, adiós interval. Id a la tienda de deporte más cercana, para comprar un pulsómetro, contactad con un especialista de la preparación física, y empezad a entrenar de manera coherente a vuestro caballo. ¡En menos de dos meses podréis apreciar cambios significativos!
Os dejo una tabla para comprender el objetivo fisiológico de cada método de entrenamiento. Os recuerdo que no es únicamente el método que crea la mejora, si no, las intensidades de la carga (velocidad, tiempo/distancia):
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1 CORVALÀN ROMERO. C, Estudio del ejercicio de natación en caballos de deporte y su influencia sobre la frecuencia cardiaca y la lactacidemia, Tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Facultad Veterinaria, 2010. ISBN 978-84-693-7744-4
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