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martes, 27 de febrero de 2018

Eventing Connect - Cuando los padres se convierten en una responsabilidad de los entrenadores

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Concurso Completo de Equitación

Cuando los padres se convierten en una responsabilidad de los entrenadores 

Sable Giesler - 11Febrero/2018
Traducción adaptada: Luis Morales

Existen dos clases de padres en esto del caballo de apoyo, y todos nos los hemos encontrado:

1) Padres que presionan.  Estos padres no dudan en empujar a sus hijos hacia los niveles superiores. Parecen olvidarse de la confianza y seguridad del niño. En general, los niños de estos padres sobrevaloran sus capacidades y sus padres aumentan aún más sus egos ya que no saben qué habilidades se necesitan para competir en los diferentes niveles. Los entrenadores aman u odian a estos padres. Si esos padres tienen “posibles” económicos son los clientes soñados, puesto que no escatimarán gastos para obtener caballos "hechos" por sus hijos y atender a todo tipo de lecciones. Sin embargo, el inconveniente de entrenar a la descendencia de estos padres “agresivos” es que esperan que consigas que su hijo esté en el equipo olímpico.


2) Padres protectores. La seguridad es el lema de estos padres. Ven el Completo como un deporte peligroso y respetan el camino requerido para ir subiendo de nivel. Entienden que sus hijos no tienen ni una fracción de la experiencia del jinete medio de cuatro estrellas. Son padres realistas porque no complacen las fantasías de sus hijos sobre cómo podrían ser tan buenos como Phillip Dutton si tuvieran un caballo mejor. Estos padres no compran caballos "hechos" con la esperanza de llevar a sus hijos al equipo olímpico. Establecen límites para sus hijos: "No puedes pasar de nivel hasta que seas constantemente competitivo en el nivel anterior y tu entrenador apruebe ese pase". Los entrenadores aprecian a este padre realista y sensato.

En el mundo del Completo, es fácil descifrar el tipo de padres que hay detrás del niño. Con demasiada frecuencia, escuchas a jinetes y entrenadores consumados comentando cómo ciertos jinetes deberían bajar de nivel viéndoles con miedo correr un cross. Sin embargo, nadie se toma el tiempo, o tiene lo que hay que tener, para tener esa conversación con los padres y el niño.

No hay ningún beneficio para los padres que presionan a sus hijos más allá de sus capacidades y, a veces, no comprenden las consecuencias de presionarlos en este deporte. Es responsabilidad de un entrenador tratar de “tranquilizar” a los padres “agresivos”. En este deporte, los entrenadores tienen otros protagonismos más allá de los de entrenar. Su función de "autoridad deportiva” incluye educar a los padres sobre los riesgos de pasar de nivel en el niño y el caballo. Cuando un jinete comete errores en niveles inferiores, las consecuencias para el caballo y el jinete nunca son tan graves. Consolidar habilidades en los niveles inferiores es más fácil que tratar de perfeccionarlos en los superiores. Un entrenador mío me dijo una vez: "Es mejor pasar de nivel un año tarde que un día antes de lo previsto". Los entrenadores, padres y jinetes deberían seguir este consejo.

Fabricar jinetes confiados y expertos beneficiará a todos en este deporte. Un entrenador nunca debe complacer las ilusiones de un padre alimentando su sueño con la compraventa de un caballo mientras gana un dinero extra. Perder clientes que no esperan a estar listos, no supone una pérdida en realidad. Si los entrenadores se negaran a trabajar con alumnos que corren por encima de sus posibilidades, este deporte sería más seguro. No estoy sugiriendo que este sea un problema extendido, pero por las pocos ejemplos donde eso sucede, vale la pena hablar de ello. Necesitamos abordar cada situación que pueda mejorar este deporte.

Desde el principio, mis padres se dieron cuenta de que el Completo es peligroso y, como preocupados, fueron reticentes a mis subidas de nivel. Siempre se aseguraron de que montara de forma segura en un nivel antes de intentar el siguiente. Consultaban con mis entrenadores sobre qué nivel era el adecuado para correr con seguridad. Con 13 años, estaba desesperado por competir en el siguiente nivel porque sentía que correr en un nivel superior me "acreditaría" como mejor jinete. Mi madre me dijo: "¿Por qué quieres subir de nivel cuando no tienes éxito en el actual? No montarás milagrosamente mejor en ese nivel superior. "Este control de la realidad me dolió un poco aunque tenía mucho sentido. No tenía ni idea de las distancias. Como consecuencia, mis caballos me salvaban, lo eso estaba bien en aquél nivel pero sería problemático en el siguiente. Después de correr unos 38 completos de aquél nivel con una variedad de caballos, mi entrenador finalmente le dio a mi madre el visto bueno para permitirme pasar de nivel. Mi subida fue sin problemas. En retrospectiva, si hubiera pasado cuando quería, habría sido aterrador para los espectadores.

Testigo de una madre “agobiante”

Te cruzas con todo tipo de personas en este deporte a lo largo de los años. Desde mi experiencia, destaco ahora un sucedido del que fui testigo de primera mano. Una madre arruinando las aspiraciones de su hija. Montábamos en las mismas instalaciones y la madre de esta niña estaba hambrienta por que su hija fuera la mejor. En un concurso local, esta madre decidió matricularla en la prueba de salto más alta. Esta joven, y su pony, ni siquiera saltaban a la escuela esas alturas. Cuando se vieron los saltos, la niña expresó su preocupación por su altura, sin embargo, la madre le dijo que estaban bien. La niña y su pony lograron dar dos saltos antes de que el pony se parara en el tercero y la niña saliera volando. Me sentí mal por ella. Ella resultó ilesa pero claramente afectada por la experiencia. Su madre, literalmente, le quitó el polvo, la montó en el poni, le dijo que no pasaba nada y que lo intentaría de nuevo (era un concurso escolar y se permitía hacerlo). Limpiándose las lágrimas, la chica regresó a la pista para intentarlo de nuevo. En el misma obstáculo, su pony volvió a pararse y ella a caerse. La pobre chica estaba muy nerviosa y no quería volverse a subir. Esa fue la última salida a una pista de saltos que hizo en su vida. Esta joven probó después la doma y su madre la compró un caballo impresionante. Después de algunos paseos espantosos en ese caballo, esa chica se apagó y dejó de montar completamente. La madre culpó al entrenador de saltos por no presentarse en el concurso en la pista de ensayo y finalmente también culpó al entrenador de doma por un mal entrenamiento. En las instalaciones, todos los demás sabían que varios años de experiencia y confianza en equitación se habían hecho añicos debido a una madre “agobiante'.

El hecho de que su hijo cumpla con los requisitos nacionales o internacionales para competir a un nivel no significa que esté listo para ese nivel y menos para el siguiente. Retrasar el pase al siguiente nivel de tu hijo cuando su entrenador te dé su aprobación, asegurará que tu hijo y su caballo no se enfrenten a cuestiones que le superan. 

Si crees que tu hijo asistirá a las Olimpiadas o Juegos Ecuestres Mundiales pronto, recapacite…....No hay prisas en este deporte, la mayoría de los mejores jinetes del mundo pasan de los 30 años.

Para correr un completo con éxito, no metas prisas a tu hijo  a subir de  nivel. Las escapadas, los rehúses y caídas en el cross son buenos indicadores de que el jinete y el caballo no están bien matriculados. Anime a su hijo a ser el MEJOR y lograr muchas buenas clasificaciones en su actual nivel.

El ser un buen jinete no lo da el nivel de la prueba donde se corre, sino lo bien que lo hace en ese nivel.

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